Erik Erikson: Teoría del Desarrollo Humano en Base a Etapas

febrero 25, 2021

Erik Erikson y la Teoría del Desarrollo Humano en Base a Etapas

Corriente: Psicoanálisis 

Fue un psicoanalista Estadounidense, que el año de 1950 propone la teoría del Desarrollo Humano en 8 etapas. En ella argumenta, que desde que nacemos hasta que envejecemos, pasamos por 8 etapas o conflictos; si logramos resolver satisfactoriamente estos conflictos, logramos crecer mentalmente, mientras que si no logramos superar estos conflictos, es posible que no tengamos las habilidades necesarias para afrontar el futuro.

Teoría Psicosocial de la Personalidad

Etapa I : Confianza vs. Desconfianza (De 0 a 18 meses de edad)

Es la etapa donde el bebé crea confianza hacia su entorno y el vínculo con la madre, mejor conocido como el “vínculo del apego”, esté va a determinar el desarrollo psicosocial a lo largo de su vida.

Si la madre logra satisfacer estas necesidades, el logro obtenido será la esperanza de que podrá sobrevivir, aún cuando no encuentre quien le brinde satisfacción en el entorno, por el contrario, si la madre no logra brindar este ambiente seguro, el bebé crecerá con sentimientos de frustración y sospecha, así como sin esperar nada de los demás, ni del mundo.

Etapa II: Autonomía vs. Vergüenza (De 18 meses a 3 años)

Esta etapa está ligada al desarrollo muscular y de control de las eliminaciones del cuerpo del niño. 

Este desarrollo es lento y progresivo y no siempre es consistente y estable,(Por lo que los padres deben tener mucha paciencia), el bebé pasa por momentos de vergüenza y de duda. Cuanto más crece el niño más autonomía va a poseer, de esta forma, es en este momento cuando se da comienzo a una actitud autónoma muy potente. 

El logro que se obtiene  es que el niño pasa de tener un control externo a un control interno y autónomo.

En esta etapa ya el niño sabe qué es lo que tiene que hacer, aquí es cuando empieza a aparecer el criterio, lo que quieren, lo que les gusta y lo que no. 

La vergüenza o la duda aparecen como compensadores de esta fuerza para defender su criterio, de manera que no se excedan y sean capaces de dar criterios razonables, y ver ciertos límites. El propio sentimiento de autonomía y la actitud que adopten los padres son fundamentales en el desarrollo de la autonomía del niño. 

A este período comprendido entre el año y medio y los tres años se le llama los 'terribles 2 años' (pero no se vuelvan locos, que ya se les pasará), que marcan la autonomía, y aumentan entorno a los 3 años y medio, empezando a disminuir a los 6. 

Si se supera con éxito tendremos niños autónomos, de lo contrario, niños dudosos y vergonzosos 

Etapa III: Iniciativa vs. Culpa (3-5 años)

Aquí, el niño desarrolla interés por todo lo que le rodea, y por relacionarse y competir con sus iguales. 

El juego adquiere una gran importancia y a través de él explorará sus habilidades y capacidades. 

Los niños sienten curiosidad por absolutamente todo. Todo lo tocan, lo miran y lo tratan como un juguete, así que aquí aparecen las típicas travesuras, pintadas en la pared y demás.

Cuando los padres o maestros, limitan o regañan a los niños por las travesuras que comenten, nace la culpa.

Pero no se preocupen, en este caso un poco de culpa es buena, en el sentido de que sirve para reconocer que algo se ha hecho mal, sin embargo, este sentimiento en exceso es uno de los mayores nutrientes del miedo.

Etapa IV: Laboriosidad vs. Inferioridad (5 – 13 años)

En este periodo aparecen las comparaciones con los demás, el querer hacer infinidad de actividades y planes. 

Los niños ya son capaces de reconocer sus habilidades y las de sus compañeros y quieren ponerlas a prueba continuamente. Insisten en enfrentarse a tareas más desafiantes, quieren apuntarse a todos las actividades habidas y por haber, surgen los “El que llega de último es bobo…” y los enfados cuando pierden un juego o una competición. 

Es importante como padres, ofrecerles una estimulación positiva, reconocer sus logros y ayudarles a calibrar desde el realismo hasta dónde pueden llegar en sus desafíos para que no se afiancen en el sentimiento de inferioridad.

Etapa V : Búsqueda de intendidad vs. Difusión de la identidad (13-21 años)

Durante esta fase el adolescente se pregunta continuamente una sola cosa: ¿Quién soy?

Es el momento de la adolescencia, los jóvenes comienzan a moldear su propia personalidad, eligen a quién quieren parecerse y qué rol quieren desempeñar en la sociedad. Para ello, la vida social adquiere un papel muy importante.

Aquí surge la Crsis de Identidad, el chico siente muchas inseguridades, se cuestiona todo y define sus preferencias sexuales. 

Si todo se soluciona con éxito en esta etapa, el logro obtenido será la fidelidad o lealtad hacia sí mismo.

Etapa VI: Intimidad vs. Aislamiento (21-40 años)

El entorno y la vida social empiezan a dejar de ser tan importantes

Durante esta etapa se empieza a trazar ciertas líneas invisibles sobre aspectos que la persona ya no está dispuesta a sacrificar por agradar al resto. Se priorizan las relaciones más íntimas que requieren un compromiso mutuo, es decir, un compromiso de pareja.


El equilibrio entre pertenecer o separarse implica poder compartir con alguien más sus propias experiencias, afectos y emociones, así como la intimidad. 

La prolongación de esta etapa consiste en que al final la persona logre conseguir amor de alguien más.

Etapa VII: Generatividad vs. Estancamiento (40-60 años)

Esta es la etapa ya la persona debió encontrar una pareja y empieza a dedicar más tiempo a su familia. 

Se intenta ser productivo para poder ofrecer un buen futuro a los seres queridos, se busca ser y sentirse útil de esta forma. Pero a la vez nos persigue la eterna pregunta de ¿Qué hago aquí, realmente sirve para algo?.

El problema sería el estancamiento, ya sea por no haber conseguido una pareja o no ser productivo. El logro de esta etapa radica principalmente en la preparación para la vida adulta mayor, por lo tanto, esta preparación implica el cuidado personal.


Etapa VIII: Integridad vs. Desesperación (60 años en adelante)

En esta etapa la forma de vivir cambia radicalmente, la persona ya no es tan productiva como antes y no se puede evitar echar la vista al pasado, sientiendo gran nostalgia. 

Como mencione anteriormente, esta mirada al pasado puede evocar nostalgia y desesperación o, por el contrario, sensación de que ha merecido la pena lo logrado. Tener una visión u otra nos hará afrontar los cambios físicos de la vejez y los duelos propios de esta etapa de una forma más o menos positiva.

El desarrollo psicosocial del ser humano es determinante, no solo en lo que concierne a las cuestiones sociales, sino que va a impactar sobre aspectos claves de su identidad y personalidad, como la independencia, la autoestima, o la seguridad en uno mismo. Es por ello muy importante proporcionar a los niños las oportunidades de interacción social que permitan una sana evolución de la inteligencia emocional y de las competencias interpersonales.

Publicado Por: Alba Bósquez

Referencias:
http://eerikson.weebly.com

Teorías Psicodinámicas - Unidad 2

 




 


 

 

 

 




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